La otra violencia que se expone en «Bestia», y que se conjuga con aquella dirigida a víctimas humanas, es una de orden especista antropocéntrico, ya que Ingrid es especialmente conocida por haber adiestrado perros para que éstos realizaran torturas de carácter sexual a prisioneras y prisioneros políticos. Ella solía operar en «La Venda Sexy», una casa de la comuna de Macul, donde utilizaba a su perro «Volodia» en la violación de mujeres que llegaban detenidas.
Alejandro Ayala Polanco